Con escultura, UAEMéx rinde homenaje a Ignacio Ramírez Calzada
Toluca, Méx; 12 de agosto de 2024. En reconocimiento a su quehacer como catedrático en el Instituto Literario -antecedente de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx)-, como impulsor de la educación pública en nuestro país, defensor de las ideas progresistas y de las reformas liberales, cuyas contribuciones quedaron plasmadas en la Constitución de 1857, el rector Carlos Eduardo Barrera Díaz develó, en el frontispicio del Edificio de Rectoría de la institución, el monumento a Ignacio Ramírez Calzada (1818-1879).
Acompañado del escultor de la obra, Víctor Gutiérrez, el rector develó la estatua de a quien el propio artista plástico reconoció como uno de los grandes hombres de la Reforma.
Víctor Gutiérrez, escultor mexicano autor de más de dos mil obras públicas y de caballete, agradeció a las autoridades de la UAEMéx “la oportunidad de realizar esta escultura, ya que soy un gran admirador de Ignacio Ramírez Calzada, ‘El Nigromante’, maestro de los hombres de la Reforma, de los primeros mexicanos”.
Durante la ceremonia, la secretaria de Difusión Cultural de la Autónoma mexiquense, Mercedes Portillo Luja, resaltó que mediante esta escultura se rinde homenaje a quién con su pensamiento, logró grandes cambios en nuestra nación e institución.
Al citar a Inocente Peñaloza García, quien fuera cronista universitario, refirió que, “de los años de vida de Ignacio Ramírez Calzada, seis de ellos transcurrieron en Toluca. Su domicilio estuvo ubicado en el Callejón de Los Gallos, a escasos 50 metros de los portales. En la actualidad, el estrecho Callejón de Los Gallos es una calle que se llama El Nigromante”.
Refirió que durante su estancia en Toluca, Ramírez Calzada obtuvo el título de abogado, ejerció la profesión, fue servidor público, combatió al ejército norteamericano, formó un familia y fue catedrático al Instituto Literario.
“El paso de Ramírez Calzada por las aulas de nuestro instituto corresponde a la tercera época de la historia institucional, iniciada con su segunda y definitiva reapertura en Toluca. Fundado en Tlalpan en 1828, el antiguo instituto formó parte de un ambicioso proyecto para extender la educación superior a todo el territorio nacional”, dijo.
La incorporación de Ignacio Ramírez Calzada al cuerpo académico del Instituto Literario fue todo un acontecimiento, pues llegó precedido de la fama que a sus 32 años de edad había ganado en las páginas de los diarios y en sus eruditas disertaciones académicas y hoy, por cultivar mentes, corazones y sueños, nos reunimos para reconocer con este monumento, su trascendencia en la historia de nuestro país.
En su oportunidad, la directora de Patrimonio Cultural de la UAEMéx, Yuriko Rojas Moriyama, destacó a Ignacio Ramírez Calzada como un institutense de espíritu férreo, que a través de los siglos ha quedado cautivo en la belleza del bronce.
“Expuesto a todas las miradas y todos los públicos, con su elocuente silencio será testigo de múltiples e importantes generaciones de universitarios. Este monumento modifica el paisaje urbano de la Calle Instituto Literario, ya que simbólicamente, el mentor y su discípulo –Ignacio Manuel Altamirano Basilio, custodiarán este preciado edificio, lleno de valores humanos, culturales y artísticos”, concluyó.
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