ANÁLISIS
Trascendió que la Fiscalía General de la República cerró el caso Tlatlaya, en donde presuntamente efectivos del Ejército ejecutaron extraoficialmente a civiles , evento que impactó a parte de la comunidad internacional y de México .
Después de que se recibieron las declaraciones de un general que estuvo en el lugar de los hechos en la mencionada comunidad del sur del Estado de México se optó por cerrar el proceso judicial , sin que haya militares castigados por ser responsables de las mencionadas ejecuciones .
Información del diario El País sección Mexico , describe que “porprimera vez en seis años, abogados civiles han interrogado a militares de alto rango vinculados al caso Tlatlaya, el escándalo de ejecuciones extrajudiciales cometidas por soldados en este municipio del Estado de México en 2014. Hasta ahora, la Fiscalía había impedido que los letrados les tomaran declaración, pero su insistencia ha dado fruto y ha obligado a cuatro generales, un cabo y un soldado a contestar preguntas. Sus respuestas abren nuevos interrogantes sobre el papel de los generales en el caso y actualizan una vieja pregunta: ¿bajo qué tipo de órdenes actuó el Ejército en esa parte de México durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto?
Las declaraciones, a las que ha tenido acceso EL PAÍS, revelan que el encargado del Ejército en el sur del Estado de México, el general José Luis Sánchez León, supo de lo ocurrido desde las primeras horas de la mañana del 30 de junio de 2014, poco después de las ejecuciones. Hasta ahora, el general había dicho que aquel día estaba de vacaciones y que solo supo de lo ocurrido por partes informativos. Sánchez León, que ascendió a general de división de la mano del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, hoy preso en Estados Unidos a la espera de un juicio por narcotráfico, reconoce además que estuvo en el lugar de los hechos el mismo día en que ocurrieron. Su presencia allí se desconocía hasta ahora.
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