ANÁLISIS
- En riesgo de “descomponerse” proceso comicial al interior de la máxima casa de estudios mexiquense.
- Elección de rectora de UAEMéx podría convertirse en una especie de elección de estado .
- Ante el fracaso de Eréndira Fierro Moreno que no funcionó como candidata oficial, el rector y los “grupos de poder” al interior de la Universidad, pretenden aplicar la máxima de “divide y vencerás” .
- El prestigio de algunas candidatas que han sido llamadas por Carlos Eduardo Barrera podrá afectarse si acceden a las prebendas que les han ofrecido .
A pocos días que concluya la etapa de comparecencias de las candidatas a la rectoría de la UAEMéx, una cosa es cierta: Eréndira Fierro Moreno, la candidata oficial de Carlos Eduardo Barrera Díaz, no logró posicionarse en términos positivos ante la comunidad universitaria, sino al contrario, es conocida no solo como la candidata del rector y de los grupos de poder, sino también como la candidata del acarreo de jóvenes preparatorianos menores de edad para llenar sus auditorios; la candidata que la arropan profesores agresores a la libertad de expresión; la candidata que paga a medios de comunicación y compra granjas de bots para estar presente en las redes; la candidata de las cenas y desayunos con directores de facultades y directivos del sindicato que presionan a su personal para que voten por ella, y la candidata de la opacidad en el manejo de los recursos públicos, como lo señalan las irregularidades derivadas de las auditorías realizadas a la institución cuando ella fue secretaria de administración.
Ante tal escenario, la estrategia de último momento del rector ha sido reunirse personalmente con aquellas candidatas de oposición que firmaron un comunicado señalando un proceso turbio y disparejo, pero que no han logrado cautivar a la comunidad universitaria, y ofrecerles cargos administrativos, estancias de investigación en el extranjero, plazas a sus allegados, entre otras propuestas provechosas para que hagan un frente común que divida el voto opositor y así, echando a andar la maquinaria, comprando conciencias y manipulando los resultados, tratar que su candidata gane.
María Dolores Durán García es quien encabezaría a esas candidatas que por sí solas no lograron despertar las simpatías de la comunidad universitaria y que juntas siguen lejos de cualquier triunfo, pero cuya intención es fragmentar el voto opositor para beneficiar a Eréndira Fierro Moreno.
Por su parte, Laura Benhumea ha dicho que llegará hasta el final de la contienda, sabiendo que, aunque ganara -lo que no ocurrirá- no podrá tomar protesta toda vez que el litigio por su registro tardío para participar no se ha resuelto. ¿Qué motiva a Benhumea a seguir si no podría tomar protesta? Quienes voten por ella no lo harían por Eréndira Fierro, luego entonces, queda claro su intención de dividir el voto opositor, pues solo para eso sirve su participación en la contienda. ¿Acaso estuvo pactado su no registro desde antes de la campaña?
En ambos casos, se trata de dividir los votos que no serían para Eréndira Fierro entre la comunidad y en el Consejo Universitario. Entonces, ¿a quién de las candidatas se quiere perjudicar? ¿quién es la verdadera oposición al rector y a los grupos de poder que no quieren que gane? Claro está, a quien ha logrado conectar con la comunidad universitaria, quien tiene el mejor perfil académico y administrativo de todas, la única que tiene proyección internacional, la única que ha planteado propuestas alineadas al Plan México, y a quien ha pretendido fallidamente posicionar como plan B del rector, siendo que es la única que amenaza los privilegios de los grupos del poder dentro de la universidad, Patricia Zarza.
La estrategia de “divide y vencerás”, siendo antigua, pues se le atribuye a Julio César, no es algo que pudiera formular Eduardo Barrera Díaz , no es lo suyo, se necesita de una mente experta en estos menesteres, que haya ganado campañas, que sepa negociar con quienes en un principio se le opusieron, y que, desde luego, ejerza poder por encima del rector, de exrectores y de otros personajes de la política estatal. Ese alguien está en el gabinete de la gobernadora. La pregunta es si la Maestra Delfina Gómez está enterada de ello, porque su indicación ha sido que no se metan en la elección de la primera rectora de la UAEMéx. Todo apunta a un solo hombre, a un solo nombre.
Esta estrategia tramposa y corrupta tiene una manera de pararse y es la conciencia de cada una de las candidatas llamadas a operarla, esas candidatas que firmaron aquel comunicado en contra de un proceso ventajoso y parcial, y que no han de permitir que haya continuidad en la política de los privilegios. Están llamadas a la transformación de la Universidad, así como se ha transformado el poder ejecutivo federal y estatal, así como se han transformado los aparatos legislativos y próximamente el poder judicial. La reputación de cada una de ellas, sus perfiles y sus atributos pueden, todas juntas, transformar el régimen de la UAEMéx y no sucumbir ante liderazgos masculinos que representan lo más añejo y retrógrada de la máxima casa de estudios.
( Fotos: tomadas de internet )
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