ANÁLISIS

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  • Competir en función de las tácticas que se aplican en regímenes parlamentarios podría ser la clave para la subsistencia del PRI mexiquense.
  • Esto significa que el tricolor de Ana Lilia Herrera Anzaldo se abocaría a ganar la mayoría calificada en la cámara de diputados  local , dejando a líderes regionales operar los municipios para conservar o agrandar lo logrado en 2021 .
  • No hay camino distinto para que el PRI vuelva a influir ahora desde Palacio Legislativo luego de haber perdido su hegemonía en la sede del Ejecutivo.

Una estrategia proselitista similar a la que se aplica en competencias de los regímenes parlamentarios podría significar para Ana Lilia Herrera Anzaldo y su partido la oportunidad de capitalizar quizá al cien por ciento los más de un millón 700 mil votos que tiene a su favor el PRI mexiquense en estos momentos de cara a los comicios de junio próximo.

    Es decir:

   1.-  intentar elaborar un proyecto electoral dirigido a ganar la mayoría calificada en el congreso local , y

   2.- a la par dejar la iniciativa comicial a los liderazgos municipales para que sostengan lo recuperado y ganado durante los comicios del 2021 , y así

   3.- aprovechar un proceso electoral que le daría respiración de boca a boca al partido tricolor .

    De lo contrario el tricolor mexiquense está destinado a la muerte política y electoral definitivas .

    Por eso hace bien la nueva dirigente en transmitir la urgencia de que cada priista tenga su lugar en este periodo en que ella encabezará al partido y así impregnar el principio aplicado en las competencias comiciales de los regímenes parlamentarios en el mundo en el sentido de “un ciudadano un voto”.

     Lo que permitirá que el Parlamento mexiquense se convierta en el objetivo comicial en junio del 2024 tras la derrota que enfrentó el tricolor en la justa por la gubernatura .

     Convertirse en mayoría constitucional en la cámara de diputados del Estado de México sería el acierto mayor desde que en el año 2000 todo el priismo nacional entró en crisis y tuvieron que ser los priistas mexiquenses, con Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto , los que recuperaran la Presidencia de la República a partir de la “Mercadotecnia Electoral”, lo cual , para bien o para mal , se trató de una táctica exitosa indiscutible que inmediatamente después se acuñó como “el peñismo” .

    Por eso el PRI que ya dirige Ana Lilia Herrera Anzaldo no empieza de cero, tiene afianzados más de un millón 700 mil sufragios a su favor cuyo número  sería suficiente para alcanzar el triunfo de algunas gubernaturas y , al azar, de uno o dos países latinoamericanos juntos .

    Es verdad que los priistas tendrán enfrente a MORENA, partido que les aprendió rápido las mismas mañas , las mismas tácticas, los mismos métodos para ganar elecciones , por lo que idear tácticas distintas de competencia podría significar una lucha de “poder a poder” en tierras mexiquenses, agregando la salvedad de que históricamente la elección próxima intermedia después de la concerniente a la de gobernadora , en el caso del Estado de México , el organismo ganador tiende a bajar su votación en las urnas .

    Luego entonces aplicar tácticas de competencia similares a las que los partidos políticos instauran en regímenes parlamentarios podrían convertir al PRI mexiquense en un organismo resucitado desde los puntos de vista electoral y político , solo sería cuestión de que Ana Lilia  Herrera Anzaldo se deje asesorar e invierta en estrategas especializadas para ganar el congreso local cuyo efecto sería igual de importante al que equivale el haber ganado la titularidad del Poder Ejecutivo Estatal en proporción a acotar a este último.

( Foto: tomada de internet )

uaemex

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