ANÁLISIS
- “ Revolución de Terciopelo “ y “gatopardismo” mexiquenses.
- Buenos deseos del Gobernador hacia el Presidente .
- Esperanza de la clase política en vísperas del 4 de junio .
Ayer , tarde noche , Alfredo Del Mazo Maza , ofreció sus buenos deseos de recuperación al presidente , Andrés Manuel López Obrador , quien habría divulgado, unas horas antes , mediante sus redes sociales , que se había infectado de COVID.
Y la verdad , Del Mazo , no pierde su talante de un hombre bien educado y sensible a los buenos modales , lo que de una u otra manera también suma a la política de cara a la manera de comunicar del jefe del Ejecutivo federal quien publicó así su contagio :
“Ni modo, amigas y amigos: salí positivo a COVID-19. No es grave. Mi corazón está al 100 y como tuve que suspender la gira, estoy en la Ciudad de México y de lejitos festejo los 16 años de Jesús Ernesto. Me guardaré unos días. Adán Augusto López Hernández encabezará las mañaneras. Nos vemos pronto”.
Quizá estos gestos de convivencia colateral a las funciones de ambos mandatarios nutran a la “política política” que desea instaurar la administración Delmacista a menos de cinco meses de que concluya su mandato sexenal .
Y es que la idea , en los sótanos de Palacio de Gobierno , relativa a la recta final del mandato mexiquense, estriba en lo siguiente :
1.- Aplicar lo que los políticos europeos inauguraron como transición de “terciopelo”’, y
2.- De esa manera extraer – permítase la expresión – desde el fondo , un modelo más adecuado a lo que será la caída del PRI en el Estado de México, entidad que emula a un país entero .
Léase que la “Revolución de Terciopelo” logró hace unos treinta y tres años derribar de forma pacífica el régimen comunista en Checoslovaquia y abrir la vía para reformas democráticas y económicas en lo que era por entonces un país satélite de la Unión Soviética.
Difícil abordar estos conceptos y contextos en una sociedad mexiquense plagada de inercias en sus modelos gubernamental, económico y político , cuyos razonamientos no necesariamente anidan en lo racional de cómo se debe recibir el agotamiento de un modelo priista alimentado por más de 90 años .
Y la duda no encaja únicamente en el séquito que habrá de entregar el gobierno a un nuevo ente organizativo, sino también a quien lo recibe.
Es decir :
A.- Estar atentos al raciocinio negativo de los que se retiran tras 90 años de institucionalidad basta , y
B. – A la vez estar atentos a la ausencia de raciocinio de los que llegan , con el pírrico proyecto de solo “quítate tú para ponerme yo” .
Ambos incisos construidos por el sistema “noventañero” que permanece correoso a los cambios dictados desde el unilateral poder presidencial que muchos y muchas se atreven a denostar , criticar y rechazar , sin ápice de analizar y aportar a la causa del cambio en ciernes aún a escala nacional y que ahora se asoma en territorio mexiquense .
Así que animar conceptos como la “Revolución de Terciopelo Mexiquense” podría espantar a muchos y muchas que no se atreven a reflexionar que podría irse lo que a la vez se queda ; es decir , una tremenda amenaza de “gatopardismo” .
( Foto: tomada de Internet )
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