ANÁLISIS

• A 100 días de haber iniciado el actual rectorado , UAEM bajo el acecho externo.
• Victorino Barrios y sus dos veladas intenciones futuristas, consistentes en controlar el patrimonio universitario y convertirse en candidato a rector dentro de cuatro años .
• Cambios, relevos y designaciones pendientes en escuelas y facultades obligan a poner en alerta al Consejo Universitario. 

Hace bien el rector de la UAEM, Carlos Eduardo Barrera Díaz , en circunscribirse , durante sus primeros 100 días al frente de la máxima casa de estudios, en actividades de corte estrictamente universitarias.

   Incluso en éste cortísimo tiempo ha enviado el mensaje en lo relativo a fortalecer los Planes Institucionales de Desarrollo interno .

    Dejando para el camino lo que concierne a una nueva ley universitaria que no tuvo cabida en la LX legislatura local que en una decena de días termina su período constitucional .

   Esa propuesta de ley -seguramente ahora en la congeladora del Congreso local – fue motivo de un “encontronazo “ ideológico entre el antecesor de Carlos Eduardo Barrera Díaz y un grupo de legisladores que dejaran de serlo en breve .

    Se protegió de lo que se denominó como un atentado contra la autonomía universitaria, incluso maestros , trabajadores y estudiantes salieron a las calles a defender las libertades de cátedra y de autogobierno de la máxima casa de estudios mexiquense .

    Lo cual fue loable , pues finalmente la intención de relevar de facto al entonces rector en funciones se detuvo, al igual que otras maniobras inmersas en la insistencia de aprobar una ley universitaria “ocurrente” y “sobre las rodillas “, sin el consenso de la comunidad de la UAEM .

    Seguramente habrá necesidad de actualizar algunos apartados de la norma vigente , pero será en circunstancias distintas a las descritas, durante el actual período rectoral.

    Por eso a 100 días de haber tomado el cargo, Carlos Eduardo Barrera Díaz, si bien no ha impuesto aún su estilo de gobernar a la Universidad Autónomo del Estado de México (UAEM), pareciera que se ha circunscrito apegarse a la reglas institucionales:

    1.- Se respalda en el Consejo Universitario y toma decisiones alejadas de “jiribillas” que no conciernen a la labor institucional de la universidad , y

   2.- Ha esbozado alimentar la idea de prevenir y evitar conductas que rayen en la corrupción al interior de la UAEM .

    Por eso, en estos primeros 100 días, el rector se acercó al contralor universitario o titular del llamado  Órgano Interno de Control (OIC), nueva figura en el organigrama de la UAEM que no recibió el beneplácito total del rector que antecedió a Carlos Eduardo Barrera .

    Y es que se debe tener cuidado desde la rectoría, en el entendido de que el contralor podría inaugurar un proceso de empoderamiento personal y no profesional , pues supervisar o vigilar el patrimonio universitario no necesariamente debe implicar abrir de par en par la UAEM a merced de las técnicas contables.

    En días pasados se conoció que el Comité de Becas, Apoyos y Estímulos de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) tendrá como invitado permanente al titular del Órgano Interno de Control (OIC), Victorino Barrios Dávalos.

   En este contexto se dijo que la meta de la Administración 2021-2025 de la UAEM es “ejercer de manera clara y transparente todos los recursos que se tengan asignados para becas, para dar tranquilidad y bienestar a los alumnos.

   Y que el propósito es beneficiar al mayor número de jóvenes para que puedan continuar con sus estudios.

   Entre las funciones de este órgano colegiado se encuentra determinar las bases de las convocatorias para el otorgamiento de becas, apoyos y estímulos, así como expedir e instruir la publicación de convocatorias; asimismo, se encarga de definir los criterios de selección y asignación de becas y determina los criterios de las convocatorias.

    También tiene la responsabilidad de evaluar y resolver las propuestas de diferentes instancias para el otorgamiento de becas e informar acerca del dictamen del otorgamiento de un apoyo.

   Cabe destacar que este Comité está integrado por el secretario de Extensión y Vinculación, Francisco Zepeda Mondragón, quien funge como presidente; en tanto, como vocales, las y los titulares de las secretarías de Docencia, Administración, Investigación y Estudios Avanzados, Rectoría, Difusión Cultural, Planeación y Desarrollo Institucional y Finanzas, así como la abogada general de la UAEM.

   También forman parte de él un consejero profesor, dos consejeras alumnas y las y los directores del Plantel “Isidro Fabela Alfaro” de la Escuela Preparatoria, de la Escuela de Artes Escénicas, del Centro Universitario UAEM Valle de Teotihuacán, así como el coordinador de la Unidad Académica Profesional Acolman.

    Supervisada en extremo esta comisión por las principales instancias universitarias mencionadas , por lo que la rectoría no debería atizar la sobre vigilancia en una especie de auto flagelo, al incluir también al  titular del Órgano Interno de Control a dicha labor , pues se le dará a Victorino Barrios funciones que incluso son exclusivas del Consejo Universitario.

   Y esto es solo un ejemplo de lo que puede imperar al interior de la máxima casa de estudios durante el actual rectorado, en donde el Órgano Interno de Control podría exagerar su presencia en detrimento de la autonomía .

   Y es que no se debe dejar al margen que Victorino Barrios , tras una serie de negociaciones y acuerdos en la cámara de diputados mexiquense , en donde fungió como contralor más de una década , fue impuesto a petición propia para vigilar los dineros universitarios .

     Y a decir verdad , Victorino Barrios podría ser un lobo vestido de oveja para la nueva rectoría , pues si en más de diez años de manera insólita no detectó anomalías graves en la cámara de diputados , sí las podría encontrar a manera de presión en la UAEM que administra un ínfimo presupuesto comparado con los montos multimillonarios que se ejercen en el poder Legislativo mexiquense.

    Pero lo que el contralor quiere , trascendió , no es indagar desviaciones de dinero en la  UAEM, tampoco elaborar minuciosas auditorías y menos cubrirse de gloria como el “zar anticorrupción” universitario .

     Lo que busca , Victorino Barrios , es urdir el escenario estratégico para que en cuatro años se convierta en aspirante a suceder a Carlos Eduardo Barrera Díaz , aplicando todo un proyecto táctico sucesorio con base en su carácter de catedrático en la UAEM desde hace varios años .

    Eso es lo que comenta Victorino en “corto” a sus amigos y a quien lo quiere escuchar a solo 100 días de iniciado el nuevo período rectoral.

    Un “futurismo” más que ramplón fuera del contexto universitario.

   Por eso , Carlos Eduardo Barrera Diaz, hizo bien en atender al contralor en estos primeros 100 días de labor al frente de la UAEM , pero hará mal sino se sensibiliza en el devenir de los próximos días, pues el “futurismo” al interior de la máxima casa de estudios podría ser más peligroso que un atentado a su autonomía desde trincheras externas . Cuidado .

               SÍNTESIS POLÍTICA

Cambios, relevos y designaciones de autoridades pendientes en escuelas y facultades de la UAEM, obligan a respetar las normas establecidas desde el Consejo Universitario , trascendió… POR CIERTO, antier se dio a conocer que como respuesta a la convocatoria para construir sociedades democráticas, justas, participativas, sostenibles y pacíficas que cuiden del planeta, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), a través del rector Carlos Eduardo Barrera Díaz, renovó el compromiso con los 16 principios que enmarca la Carta de la Tierra, asumiendo la responsabilidad de guiar el actuar de la comunidad universitaria. En la Sala de Consejo Universitario “Benito Juárez”, en el Edificio de Rectoría, Barrera Díaz y el representante del Punto Focal Nacional de la Carta de la Tierra, Mateo Alfredo Castillo Ceja, firmaron la declaración de principios que consigna el documento. Al respecto, el rector de la UAEM explicó que con la firma de la Carta se crea un instrumento educativo para el desarrollo sustentable y lograr una sociedad justa, sostenible y pacífica.